miércoles, 2 de abril de 2008

Uno de los problemas de ser alérgico -aparte de picores incontrolables, avalanchas de mucosa o tos crónica- son los efectos secundarios de ciertos medicamentos. Anoche releí un prospecto en busca de alguna explicación científica a mis hipótesis, aunque sin éxito. Sea como sea, es claro que últimamente todo me sabe a mierda. Y no precisamente porque yo sea un erudito de la gastronomía.

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