2mö8

Ayer salí a correr (eso que yo llamo "hacer deporte"), haciendo gala de mi otrora criticado estilo de trote cochinero por el anillo verde (para daltónicos) madrileño. Pese a ser granate (y ahí van más acertados en Bilbao con su bidegorri) y encontrarse repetidamente interrumpido por semáforos o pasos de cebra.
El clima era bueno (24º y humedad relativamente baja) y confié demasiado en la pronta recuperación de mi proceso catarral. Eso y una dieta hipocalórica (todo sea por la vigorexia) provocaron que unos efluvios de CO2 con ligero aroma a Diesel provinientes de la M-40 acabasen por colapsar mis vías respiratorias ya de por sí frágiles.
Aún así, armado de coraje y ventolín conseguí acabar -aunque no en tiempo récord- mi travesía y llegar a casa ya con un moreno agromán propio de otras fechas.

Todo sea por 2mö8.