domingo, 22 de abril de 2007

Las increíbles aventuras del comando IC (5º parte)

Aquí estamos. Estamos aquí. Corta el viento Breico al volante de la furgoneta. En la parte de atrás me desangro, en la de delante Mö gruñe algo acerca de nuestro patético patetismo. La bala muerde en mi pierna y un dolor lacerante se adueña de mí, lo que unido a la pérdida de sangre me deja al borde del desfallecimiento. En un momento indeterminado a las afueras de Barcelona un pensamiento relampaguea en mi cabeza:

-¡FRENA!

Las ruedas chillan y el caucho del neumático se desgasta en el asfalto. Ojo avizor el precavido conductor del coche de detrás frena a tiempo. No lo hace así el camión cisterna que le sigue ni los catorce coches que están en la caravana formada por Breico. Accidente múltiple en cadena: fuego, muerte y destrucción en la autopista. Otra campaña de la DGT a tomar por el culo en apenas tres segundos.

-Joder la que acabamos de montar- me dice Breico.
-Hay que dar la vuelta – logro escupir mientras aprieto los dientes por el dolor - ¡las armas!, hay que recoger las armas que dejamos en la pensión.
-Vamos a ver, imbéciles – tercia Mö en la conversación - ¿Os pensáis que no os tienen controlados? Barcelona es una trampa para ratones… -hace una pausa para decir con voz ronca- y nosotros somos los roedores.
-Necesitamos camuflaje pues.

La idea nos la da nuestra temible criatura.

-Para aquí, Ceporrock –Dice Mö a Breico.

Sobre una imponente nave industrial un cartel reza: Cylsys a Mölabs Company. En pocos minutos Mö regresa con dos enormes pegatinas para coche donde pueden leerse las mismas palabras rotuladas sobre una enorme flor blanca, azul y caqui. Las pega en la furgoneta.

-Con esto es imposible ser reconocidos.
-¡Qué gran idea Mö!- así nadie podrá relacionarnos. - dice Breico entusiasmado

Todo lo demás ocurre a la velocidad del rayo, somos profesionales y sabemos hacer bien nuestro trabajo. Vamos a lo que vamos, llegamos a la pensión, cargamos las armas que Alimoche nos dio y desaparecemos. Somos viento, agua, tierra y fuego. Somos: El comando IC.

En menos de lo que canta un gallo tomamos una salida secundaria dirección Santander, vamos en busca del Dr. Gallum, es la única persona en la que puedo confiar para sanar mi herida de bala. Ahora estamos perfectamente armados y nada ni nadie podrá detenernos.

¿Nadie? La cylcysneta sale de Cataluña para atravesar monegros como un relámpago impulsado a diésel. Hemos tardado en darnos cuenta de que cuatro 4x4 de color negro nos persiguen, pero la realidad se hace evidente cuando tenemos que parar en una estación de servicio para que Breico haga pis.

Al reanudar el camino es Mö el primero en hablar:

-Nos están siguiendo.
-Maldita sea – susurro, el dolor es harto insoportable y el sudor recorre mi frente- ¿cómo han podido encontrarnos?
-No lo sé, pero tenemos que deshacernos de ellos.

Esbozamos un plan, improvisando, sobre la marcha, somos profesionales, estamos preparados para cualquier contingencia que surge y así lo demostramos. En La Rioja nos desviamos dirección Navarra, en un paraje inhabitado, a nuestra elección, como los buenos estrategas, decidimos plantar batalla.

Breico se hace a un lado de la carretera, acciona el freno de mano y gira el volante todo lo que da… la furgoneta hace un trompo con tan mala suerte de que vuelca y se queda boca abajo, mi cabeza golpea el techo.

-Incompetente- acusa Mö a Breico colgado boca abajo mientras desabrocha el cinturón de seguridad.

Sale a rastras, y con un anticarro en la mano, apunta.... y dispara.

¡CABUM! 4x4 que sale volando por los aires. Los otros tres frenan en seco y empiezan a bajar malos fuertemente armados. Consigo colocarme en la luna trasera de la cylcysneta y empiezo a tirar ráfagas con el G36 de 5,56 mm: ratátátá-tá-tá.

Breico sale dando volatines, y arroja granadas, poseído por el ritmo frenético que impulsa el olor a pólvora y sangre, el olor del miedo, tan familiar para nosotros. En el radio-cd de la furgo empieza a sonar una canción de heavy metal que sobresale por encima de los disparos: punteos vertiginosos, gritos agudos y el doble bombo marcan el ritmo de la lucha. Hago un esfuerzo y apago la maldita radio. Odio el heavy-metal.

Mö recarga el lanza-granadas, apunta y… ¡CABUM! Otro 4x4 a tomar pol culo, quedan dos. Somos más duros que el cemento y nuestros adversarios empiezan a darse cuenta de la desventaja, pobres ilusos: no saben que solo hacemos aquello para lo que nos han adiestrado, para lo que nos han criado, para lo que hemos nacido. Sin prisioneros, sin piedad…

En diez minutos la situación está bajo control, los sicarios muertos, tres 4x4 destruidos y dosis alarmantes de adrenalina han sido quemadas. Salgo de la cylcysneta inutilizada:

-Aquí termina su viaje.
-Debemos deshacernos de ella. Coged las armas indispensables, no podemos cargar con todo.
-Yo me encargo - dice Breico.

Al poco rato vuelve:

-Jamás podrán encontrarla.
-¿Estás seguro?
-Que me parta un rayo.

Ya estamos de nuevo en camino, ahora si podemos estar seguros de que nadie nos persigue y en el horizonte se vislumbra ya Santander, comienza a amanecer y un extraño sentimiento de paz nos embriaga y hace pensar en tiempos mejores.

Hace ya cuatro días que Breico y yo comenzamos esta peligrosa aventura, cuatro días frenéticos, donde la muerte y la destrucción han marcado los compases de nuestro camino. Un camino que todavía no acaba, pues no hemos olvidado que la sombra que sobre nosotros se cierne, continúa presente, acechante, inhumana, mortífera… letal.



7 comentarios:

Ceporrock dijo...

más más más!!

Gallum dijo...

¡Madre mía!, cuanta violencia gratuita e injustificada.
Me encantaaaa.

Chush dijo...

Pero no se supone que ibas a meter aquel relato? Además, hay que destruir la Cylsysneta... o tal vez es que vuelves al mismo sitio?

Anónimo dijo...

joder, se me ha ido la pinza, pensaba destruir la cylsysneta pero me he despistado. La cylcysneta ha quedado destruida en el encuentro con los 4x4 y el comando IC se ha adueñado de uno de ellos pq la cylcysneta la destruye breico por error con una granada. En el proximo capitulo hago un flashback y lo arreglo, en cuanto al capítulo, tenía que hacer el encuentro en navarra para encajar tu secuela. bueno, que no pasa nada que ya lo arreglo xD

Gallum dijo...

Joder, que descojono la foto de la noticia de telediario. ¿Y la presentadora? vaya cara de cachonda pone. El comando IC le parece el último reducto de hombres de verdad. Le excita dar noticias sobre ellos.
A propósito, ¿qué tipo de tejemanejes os traeis entre vosotros?. Malditos bastardos, no os servirá de nada. Desvelaré los sencillos secretos de vuestras historias antes que nadie y los revelaré al resto de los mortales arruinando su final. ¡juas juas!.

Mavros dijo...

Ale, editado, arreglado

Anónimo dijo...

Oh, oh, sí, oh! Cómo me pone el Comando IC.